¿Cómo Sanar Un Corazón Roto Con Magia?
La tragedia es una parte inevitable de la vida, pero ¿Cómo sanar un corazón roto con magia? Ya sea la pérdida de un ser querido o el sufrimiento de una ruptura, todo el mundo está garantizado para sentir algún dolor de corazón en algún momento. El tiempo cura todas las heridas, pero puedes ayudar a calmar tu corazón con los hechizos y rituales adecuados.
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Corta el cordón.
Cada vez que entramos en una relación con alguien, nos apegamos a él a través de una especie de cordón espiritual. Estas cuerdas permiten que la energía fluya entre nosotros, pero a veces permanecen intactas más tiempo del necesario. El corte del cordón es un ritual que ayuda a cortar estos cordones para que podamos recuperar nuestra energía y empezar a sanar.
Una forma de hacerlo es con un baño. Unge una vela blanca con un poco de aceite de rosas. Llena la bañera y añade una taza de sal marina limpiadora y pétalos de rosa blanca fresca. Coloca la vela en algún lugar de tu baño, donde puedas verla y oler su fragancia. Antes de entrar en la bañera, imagina tu relación. Puede que te resulte doloroso hacerlo, pero no pasa nada.
Imagina todas las razones por las que necesitas cortar el cordón entre vosotros. Cuando estés preparado, permítete sumergirte en la energía pacífica y purificadora del agua. Deja que te haga aflorar cualquier emoción que aún necesites procesar. Cuando llegue el momento, imagina el cordón que te ata a tu ex pareja. Visualízate tomando el cordón en tus manos y di: “Lo que nos unía, ahora lo deshago. Ahora me liberaré de ti”.
Imagínate cortando el cordón por la mitad con lo que te parezca adecuado: un cuchillo de oro, una hoz de plata, incluso unas tijeras grandes. Sal de la bañera y apaga la vela. Eres libre.
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Alivia un corazón roto.
A veces, el problema no es un cordón sin cortar o una falta de amor propio, sino simplemente el dolor de la pérdida. Nuestro cuerpo responde al desamor del mismo modo que lo haría a una herida real.
Calma y cura tu corazón llevando un trozo de cuarzo rosa, una vela rosa ungida con un poco de aceite de Paz, algunos pétalos de rosa, un poco de miel o azúcar y tu té favorito (la manzanilla o el bálsamo de limón funcionan bien para esto) a un lugar tranquilo y pacífico.
Empieza sosteniendo el cuarzo rosa en tus manos. Visualiza que tu dolor fluye hacia él. Si necesitas llorar, llora. Deja que todo salga y que la piedra lo atraiga. Coloca la piedra delante de la vela y espolvorea los pétalos de rosa alrededor de ambas. A continuación, enciende la vela. Coge tu taza de té y añade lentamente un poco de miel. Mientras la vela arde, toma un sorbo del té endulzado e imagina que la miel y las hierbas llevan su dulzura calmada y curativa a los lugares que más lo necesitan. Respira el aroma del aceite de la Paz y sabe que estás rodeado de la paz y el amor de tus guías espirituales y ancestros. Cuando hayas terminado, apaga la vela y coloca el cuarzo rosa a la luz del sol, de la luna o del agua corriente para que se limpie.