Hay muchos aspectos en los que puedes fijarte para darte cuenta de que el tarotista es auténtico y no un fraude. Primero, un tarotista real te hará pocas preguntas con respecto a ti, y te dejará ser quien haga las preguntas. No te juzgará con respecto a tus problemas. Es bueno también notar si es que tiene referencias de alguien conocido, o si cuenta con algún sitio web para ver sus servicios. Por último, será realista y veraz con las cosas que te diga, no te engañará o pintará cosas falsas.